Habitualmente, y al pensar en hórreos, le viene a uno la imagen del hórreo de madera en Asturias y los hórreos de piedra gallegos, pero lo cierto es que en la península existen más territorios en los que el hórreo tradicional es una construcción presente.

Junto al hórreo de madera en Asturias o el de piedra gallego deben contarse también a la hora de enumerar las diferentes construcciones exentas que se utilizan a modo de granero en el norte de la Península, los hórreos que existen en León, Cantabria, el País Vasco, Navarra y el norte de Portugal, donde se denominan espigueiros. En León y zonas limítrofes y montañosas de Palencia y Zamora se calcula que existen unos cuatrocientos, en Navarra una veintena, en las provincias vascas no más de cinco y en Portugal, en concreto en la zona limítrofe con Galicia, varios centenares. La mayoría de hórreos españoles se encuentran en el territorio de lo que antaño fue el Reino de León.

Más allá de sus diversas tipologías –en Galicia son rectangulares e íntegramente de piedra o mixtos de piedra y madera y en Asturias y León son solo de madera normalmente–, todos los hórreos cumplen una misma función: son construcciones elevadas que se construyen sobre soportes y se destinan destinadas a guardar y conservar alimentos para preservarlos de la humedad y del acecho y la acción de roedores y otros animales. Hoy, con la extensión de otros sistemas de conservación de alimentos, los hórreos han sumado a sus usos tradicionales un valor histórico e identitario.

Si deseas mantener un hórreo antiguo o construir uno moderno, cuenta con nosotros, nuestra firma de Pravia Carpintería Alfonso cuidamos y conservamos la voluntad de pertenencia a una tierra y la de sus tradiciones. Una cultura sin la que hoy Asturias, Galicia o León no serían lo que son.